lunes, 27 de junio de 2011

MATERNIDAD III – EDUARDO KINGMAN


El estilema de Kingman es el clásico que usa en la mayoría de su obra y que lo definiría como artista. El tema, un indigenismo que forma ya parte del arte ecuatoriano del siglo XX gracias a Kingman y a sus homólogos como Guayasamín o Egas. En el cuadro vemos a una madre apasionada abrazando a su hijo entre sus piernas.  Kingman al igual que muchos contemporáneos rompe el canon de belleza del cuerpo humano y redefine según su gusto propio y subjetividad, rompiendo las líneas y llegando incluso a un cubismo. La madre expresa una pasión inefable mientras abraza a su hijo, mientras que para el niño esto no es mas que un sentimiento etéreo, ambo personajes son representados con hieratismo, sobre todo el niño que no tiene movimiento alguno y no nos da ninguna expresión en absoluto. La obra resulta ser muy estética gracias al estilo mismo del autor, la armonía de colores que juega con los tonos cafés de la piel y el fondo, que contrastan con las vestimentas del niño y la blusa de la madre que son colores fuertes. Las manos de la madre son pintadas con extrema dureza, signo de arduo trabajo, una de las protestas que se plasmaran a lo largo de la obra indigenista.  La obra de Kingman resulta ser muy apasionada y comparte muchos de los atributos aquí mencionados, por lo que el autor es elevado a un carácter de mítico en la circunscripción de la historia del arte ecuatoriano.


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