lunes, 27 de junio de 2011

La revolución de la precisión y la teoría del mercado consumidor


Sabemos que la complejidad funcional son la variedad de actos que el hombre puede combinar para dar función a los objetos, mientras que la complejidad estructural es la variedad de combinaciones de órganos o unidades que se llevan a cabo en la realización de un objeto.

La complejidad es ha sido indispensable para la civilización, pues el ser humano ha ido cambiando desde la fabricación de objetos unitarios hasta la idea de conjunción de parte simples; el todo es mayor que la suma de sus partes.

Este cambio se intensifico con la creación de la precisión mecánica, es decir, el sistema métrico universal. Gracias a esto, tenemos diferentes fabricantes alrededor del mundo, que fabrican partes diferente, y estas partes son unificadas en una planta ubicada en algún sitio estratégico.  Este proceso es totalmente condicionado al respeto y precisión de las medidas dadas en los pliegos o dibujos industriales. Esto simboliza la idea de colaboración.

La industria cambio, de ajustador (quien da retoques sucesivos a piezas dispares para que se una) a metrologista o verificador (quien rechaza las desviaciones de las normas). Esta es la revolución industrial que comenzó antes de la primera guerra mundial.

Con la industria del moldeado, es decir la idea del molde y sus técnicas, son el segundo punto importante en la evolución del objeto simple a organismo combinatorio.  De hecho este el punto principal en la tecnología moderna, los sistemas combinatorios donde el mismo repertorio de piezas unidos en diferentes maneras con tasas de complejidad estructural semejantes para satisfacer finalidades diferentes.

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